El transporte marítimo es un indicador de la actividad económica. Más del 80% de las exportaciones e importaciones de nuestro país se desarrollan por este medio.
El crecimiento de la actividad económica de nuestro país ha incrementado la demanda sobre el transporte marítimo y el sistema portuario llevándolo a operar en el límite de su capacidad y ante un futuro de mayor crecimiento.
Esta excelente oportunidad plantea la necesidad de mejorar nuestra infraestructura tanto de facilidades portuarias como de las vías navegables para no afectar los beneficios con mayores costos. Los puertos y canales de navegación trabajan al máximo de su capacidad operativa, es decir que para soportar la demanda futura es necesario planificar obras que permitan a nuestro sistema atender buques con más de 12 metros de calado y con anchos navegables suficientes para asegurar el flujo de tráfico marítimo.
Deseamos que nuestro país aproveche esta oportunidad de crecimiento, donde la actividad portuaria tiene un nivel de incremento que duplica y hasta triplica la de la actividad económica, y eso significa aumentar la capacidad requerida en los puertos.
En el corto plazo necesitamos mejorar las zonas de cruces en nuestros canales para evitar las demoras que genera la mayor cantidad de buques, en especial en el Río de la Plata, donde conviven portacontenedores, cruceros, metaneros, graneleros, tanques y de carga general entre otros, con distintos requerimientos operativos.
Otro asunto que no debemos descuidar es la competitividad de nuestro puerto, para lo cual es necesario moderar los costos de los servicios los cuales inciden en la posibilidad de colocación de nuestros productos en los mercados internacionales. Para ello no sólo necesitamos infraestructura, también es importante la eficiencia de la cadena logística teniendo en cuenta nuestra ubicación geográfica.
Confiamos en que quienes tienen la responsabilidad política del sector conocen sus necesidades, prueba de ello es la obra de la nueva Terminal de Cruceros en el puerto de Buenos Aires que permite recibir con instalaciones adecuadas a los buques cuyas recaladas se incrementan en cada temporada. A esto se suma las obras de dragado en los puertos de Buenos Aires, Bahía Blanca y Quequén que permitirán aprovechar mejor la bodega disponible de los buques.
Somos optimistas sobre el futuro porque tenemos una problemática propia del crecimiento del país que generara más actividad y beneficios para el comercio exterior y la industria marítima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario